Contratación proactiva y reactiva: principales diferencias

En el ámbito de los RRHH de cualquier empresa puedes encontrar varios tipos de contratación. Por ello, en este post te explicaremos qué es la contratación proactiva y la reactiva, y cuáles son las principales diferencias que existen entre ellas. ¡Empezamos!

Contratación proactiva y reactiva: principales diferencias
Contratación proactiva y reactiva: principales diferencias

¿Qué es la contratación proactiva y reactiva?

A la hora de gestionar tus recursos humanos, un equipo de reclutamiento proactivo se caracteriza por anticiparse a las necesidades de tu negocio. Buscan personal de forma activa, pese a que no haya ninguna vacante dentro de la organización. Generalmente, clasifican y archivan los currículums de cada candidato para iniciar el proceso de entrevistas de manera ágil. Ahorra tiempo y, por tanto, afecta de modo positivo en la facturación de tu compañía.

Asimismo, este tipo de estrategia también se centra en mantener un buen clima laboral dentro del equipo. Se apuesta por una formación continuada y por una compensación justa. En cambio, una estrategia de contratación reactiva se diferencia en que la empresa se centra únicamente en el presente.

Solo reaccionan cuando se despide o se marcha un empleado. En lugar de anticiparse a una posible necesidad de futuro, intenta satisfacer el vacío creado por un trabajador.

Ventajas principales de apostar por contratar de forma proactiva

Obviamente, contar con un recruiter que sea proactivo ofrece múltiples ventajas para tu empresa. Algunas de las que más destacamos son la posibilidad de identificar al candidato ideal para cubrir una vacante. La anticipación y la buena organización evitan tener que contratar a alguien contrarreloj, pudiéndose centrar en un perfil realmente cualificado. Esto supone un ahorro de costes a medio plazo.

Asimismo, en ningún momento se puede reducir el ritmo de producción o la facturación debido a la falta de personal, ya que todas las necesidades se pueden cubrir en un corto espacio de tiempo.

Desventajas del reclutamiento reactivo

Por contra, un reclutamiento reactivo es muy poco favorable para tu negocio. Cuando un trabajador se marcha, se produce un vacío en el equipo obligando a reestructurar el departamento. Esto puede provocar que otro empleado tenga que ocuparse de las tareas del otro hasta que se cubra la vacante. En algunos casos, puede conllevar un desgaste o fatiga que afecte al clima laboral.

Por otro lado, los responsables de reclutamiento pueden tardar semanas en analizar todos los currículums recibidos para cubrir dicha vacante. Posteriormente, el proceso de selección y el on boarding. Por esta razón, muchas empresas ya han tomado la decisión de alejarse porque pone mucha presión sobre el negocio.

Las principales estrategias de un recruiter proactivo

A la hora de establecer una estrategia de reclutamiento proactivo es de vital importancia centrarse en diferentes aspectos para mejorar la eficiencia de cada proceso. Por un lado, es indispensable aumentar nuestra presencia digital. Cada vez más, los candidatos se mueven por redes sociales para profesionales como LinkedIn, por lo que es fundamental tenerlos controlados.

Aprovecha el proceso de transformación digital para enfocarte en tu marca de empleador. Es importante que los candidatos aprecien tu profesionalidad, y que vean a tu organización como una empresa seria y competitiva. Cuando estés en la búsqueda de nuevos talentos, construye una base de datos bien clasificada para que puedas recurrir a ella rápidamente.

Céntrate en el marketing de contratación construyendo una experiencia que sea de alta calidad para el candidato. Cada uno de ellos debe ver como una gran oportunidad entrar a trabajar en tu compañía. Apuesta también por construir entrevistas profesionales y con preguntas que te permitan sacar el máximo jugo de cada uno de ellos.

Como conclusión, en RRHH cada vez es más común apostar por una estrategia de contratación proactiva, ya que te permitirá ahorrar recursos y maximizar tus resultados.